Palabras para recibir el reconocimiento por parte de la Orden del Císter A. C.
Lamento no haber asistido personalmente. Pero como trabajadora de la cultura es un honor que el movimiento oscuro en México nos tome en cuenta, a mí y Verso Destierro como un proyecto valioso para la promoción de la poesía, y en este caso también de la cultura en general. Cumplimos trece años haciendo este trabajo, por lo cual, actualmente Verso Destierro, gracias a un amplio ejercicio de investigación y promoción, se ha vuelto un filtro para entender lo “que es” y “no es” poesía. Que pese a que luego haya descontento, es necesario para combatir el narcisismo desmedido que continuamente se da en el medio. Nosotros seguimos pensando que la labor de un proyecto que se respete, es ésta: como autores ejercer la autocrítica y como editores y promotores, asumir la responsabilidad de que el material que llegue a los lectores sea de la mejor calidad poética posible, y esto se logra a través de la inteligencia y el conocimiento dentro de sus humildes alcances.
Una vez más reitero mi agradecimiento y, a forma de reflexión, evoco las palabras que pronunció Dolores Castro en un evento de magnitud semejante a esta (cuando Eduardo Langagne y José Francisco Conde Ortega, acotaron los alcances de la maestra): “Todas estas palabras que han dicho sobre mí y mi obra, en realidad no las merezco, pero agradezco infinitamente el esfuerzo que realizaron para darme este reconocimiento”.
Felicito a Daniel Drack y la Orden del Císter, por sus veinte años de arduo trabajo.
Agradezco al poeta Esaú Corona, que fue en mi representación.